El es Luis (38 Años)
Luis contrató el seguro cuando nació su hijo. Me decía: ‘no quiero que mi hijo tenga que empezar la vida con deudas si yo falto’.
Tres años después, un accidente de moto se lo llevó. Fue duro, pero su decisión lo cambió todo: su familia recibió $500, 000. (gracias al interés compuesto)
Pudo dejarle una casa a su hijo y asegurarle la educación. Y todo por algo que le costaba lo mismo que una bebida diaria.
Ella es Marcela (53 Años)
Marcela era mamá soltera y apenas podía ahorrar, pero fue muy clara cuando me dijo: ‘no quiero que mis hijos dependan de nadie si algo me pasa’.
Pagaba su póliza cada año, disciplinadamente. A los 6 años le detectaron cáncer y falleció. Su seguro le dejó $250,000 a sus hijos. Hoy uno de ellos ya está en la universidad.
El es "Pato" (61 Años)
Javier no pensaba tanto en el seguro de vida, pensaba en su retiro. ( Nunca se caso) Me decía: si llego bien a los 60, quiero tener algo mío, no depender de nadie.
Por eso contrató la póliza, más que por el seguro, por el ahorro con interés compuesto. Fue constante, nunca la tocó, y con los años el fondo empezó a crecer de verdad.
Hoy sigue vivo, saludable, lo mejor se pudo retirar con más de $200,000